Los desnudos de Lee Friedlander

Si nombramos a Lee Friedlander, lo primero que se nos viene a la cabeza son sus fotografías callejeras, donde sus encuadres abigarrados y confusos, que juegan con la visión formal del espectador, han sido una de las aportaciones más originales a la fotografía del siglo XX. Una ruptura con el orden clásico de la composición, y una forma de abordar el paisaje urbano norteamericano, que, aunque de indudable calado y repercusión, es sólo una de las ramificaciones de una obra muy amplia.

Un trabajo de cinco décadas que abarca desde los trabajos comerciales que realizó, principalmente relacionados con el mundo de la música, hasta el desnudo, faceta en la que vamos a detenernos hoy. Y es que, aunque menos conocido, también Friedlander abordó con gran talento y originalidad un género recurrente en la historia de la fotografía. Y en verdad, un tipo de fotografía ciertamente encorsetado en la mayoría de las ocasiones hacia un erotismo vacuo, que salvo en contadas ocasiones poco ha aportado a lo largo de los años.

Entre los fotógrafos clásicos, podríamos nombrar a Edward Weston y Bill Brandt entre aquellos que sí han dejado una huella personal y original en el tratamiento del desnudo. Y precisamente, bajo la aparente influencia de ambos, aunque con el talento y el audaz sello propio, Friedlander abordó el desnudo a finales de los años 70, dejando una buena colección de imágenes, parte de las cuáles fueron expuestas recientemente en la feria de París Photo, y que en su momento, algunas formaron parte del libro “Nude” (1982).

Los desnudos de Friedlander podrían recordar a los de Weston por su gusto por las formas y por las líneas, y en algunos casos podríamos encontrar la reminiscencia de los desproporcionados efectos de Bill Brandt sobre la figura femenina. Pero en Lee Friedlander todo es más descarnado, irreverentemente directo, donde su visión parece transformada en la del amante que quiere inmortalizar su última conquista, entre los restos de una habitación revuelta. El desorden en el encuadre, que tantas veces se ha manifestado en su obra, se contrapone aquí al cuerpo femenino, que más que delicado, se manifiesta carnal, poco emocional, adquiriendo la dimensión casi de objeto.

Las mujeres son colocadas en poses mundanas y escenarios cotidianos, y se muestran reconocibles, reales, sin adornos, radicando precisamente en todo ello la originalidad de esta serie de imágenes.

Como curiosidad, aunque muchos lo conocerán ya, las fotografías de desnudo que se dieron a conocer de Madonna, realizadas en 1979, cuando era una desconocida, están firmadas por Lee Friedlander.

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© Lee Friedlander

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© Lee Friedlander

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© Lee Friedlander

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© Lee Friedlander

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© Lee Friedlander

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© Lee Friedlander

3 pensamientos en “Los desnudos de Lee Friedlander

  1. Los desnudos de Bill Brandt « Oda a Niepce. 26 diciembre, 2012 en 7:03 am Reply

    […] otro día hablábamos en el blog de los desnudos de Lee Friedlander, y comentábamos que un posible antecedente e inspiración de estas fotografías fuera el trabajo […]

  2. […] otro día hablábamos en el blog de los desnudos de Lee Friedlander, y comentábamos que un posible antecedente e inspiración de estas fotografías fuera el trabajo […]

  3. Néstor Omar Fernández 18 abril, 2015 en 2:05 pm Reply

    Interesante aporte, de mujeres jóvenes y bellas. Las veteranas para otra vez…

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