Se va a convertir en uno de los fotolibros del año, y con toda la razón. “Karma” (2013), firmado por Óscar Monzón, supone otro importante aldabonazo en la producción de libros fotográficos en España. Ya nos hemos acostumbrado a que en todas la listas de libros de año, se cuele algún autor español, como ya ha ocurrido con “Paloma al aire” de Ricardo Cases, “C.E.N.S.U.R.A.” de Julián Barón, y “Afronautas” de Cristina de Middel. Y todo ello sin el apoyo de los grandes grupos editoriales, más preocupados en producir la obra de artistas ya perfectamente establecidos, sin apostar por nuevos fotógrafos, como lamentablemente ocurre en otros estamentos del mundo artístico. Aquí, el autor se tiene que hacer cargo en muchas ocasiones de parte o todo el presupuesto de edición e impresión, pero a cambio tiene una libertad que seguramente no tendría de trabajar para otros.
Del proyecto de Óscar Monzón se conocían hace tiempo numerosas imágenes, que sorprendieron por su originalidad temática y la contundencia del resultado estético, pero ahora, al verlas unidas junto a otras fotografías, es cuando han encontrado su verdadera dimensión. El trabajo del fotógrafo español tiene como gran protagonista el automóvil, el papel que ocupa en el mundo contemporáneo, y la relación que tenemos los seres humanos con él. Otros autores habían elegido de una u otra manera este tema, como recordamos “Inward” de Camino Laguillo, pero la manera contundente, opresiva, y la forma de dirigirnos la mirada a través de “Karma”, hacen de esta creación una de esas obras imprescindibles para conocer las posibilidades de la fotografía y del propio libro fotográfico.
Con una encuadernación de tapa blanda, un estilo de revista, imágenes a sangre, y un papel brillo propicio para saturar el color, el libro comienza de menos a más, con unos detalles que nos muestran cicatrices, rayajos, desperfectos, con encuadres cerrados, sucediéndose los que pertenecen a la piel humana, con los que forman parte de la “piel” del coche. Todavía no podemos identificar al protagonista de la historia, que se va presentando poco a poco, hasta que ya vamos reconociendo al automóvil. O tal vez el protagonista seamos nosotros, toda vez que el coche es una simple proyección de lo que somos, y en lo que somos capaces de convertirnos cuando estamos dentro de él. Así, la intimidad del espacio, propicio para todo tipo de sucesos, convive en las imágenes con la vulnerabilidad que de alguna manera supone el coche para todos, que explota muchas veces en una incontenible agresividad y tensión. Son sentimientos que todos hemos notado dentro de un automóvil, y con los que Monzón juega a la largo de las imágenes.
“Karma” es un viaje hacia la alienación del hombre, hacia el conocimiento del ser humano dentro de la sociedad moderna, en ese pequeño microcosmos que es el automóvil, símbolo por excelencia del mundo contemporáneo, y metáfora de todos nuestros peores instintos. Y todo ello realizado con una narración envolvente, que al principio puede descolocar, pero que a medida que avanza el libro, te va enganchando, encontrando el sentido, provocando la reflexión y también una necesaria relectura.
Este fotolibro está a la venta en la librería Dalpine, que junto a RBV Books se ha encargado de editar el libro. Del diseño se ha ocupado Eloi Gimeno, y de la coordinación, Gonzalo Golpe.
Etiquetado:Óscar Monzón, Camino Laguillo, Cristina de Middel, Julián Barón, Ricardo Cases
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