El otro día hablábamos en el blog de los desnudos de Lee Friedlander, y comentábamos que un posible antecedente e inspiración de estas fotografías fuera el trabajo de Bill Brandt. El fotógrafo germano-británico, nacido en 1904, es conocido por su original tratamiento del cuerpo humano, tema que comenzó a estudiar ya en la madurez de su carrera, y después de una exitosa trayectoria como fotoperiodista y reportero.
A mediados de los años 40, empezó a emplearse en otro tipo de fotografía, llegando al desnudo, y convirtiéndolo en un campo para la experimentación y el desarrollo de nuevas formas de mirar. Tal como señaló una vez, “un fotógrafo debe poseer y conservar las facultades receptivas de un niño que mira el mundo por primera vez”. Y esto es lo que hizo con la fotografía de desnudo, probar, liberarse de cualquier corsé estilístico y compositivo, y utilizar las herramientas que su imaginación y la técnica le otorgaban.
Altos contrastes y uso de angulares fueron su seña de identidad durante estos años, creando distorsiones en unos cuerpos de los que se servía como si de un juego se tratara, fijándose en los volúmenes, las líneas, provocando una reacción en la mirada del espectador, que veía con nuevos ojos aquello que Brandt mostraba. A medida que fue profundizando en este terreno, acentuó el contraste de las zonas oscuras y claras, maximizando los contornos y las formas, y llegando casi al surrealismo, que se apropia de muchas de ellas, siendo difícil distinguir unas partes de otras. Un surrealismo que conoció Brandt de primera mano cuando trabajó como asistente de Man Ray en París, a finales de los años 20, y que se puede apreciar especialmente en los desnudos realizados a mediados y finales de los años 50.
Para Brandt el cuerpo humano parece ser un objeto, un estudio de escultura, donde el grafismo de sus imágenes aleja del naturalismo su trabajo, y lo acerca al subjetivismo más profundo. Poco queda ya en estas fotografías de su trabajo documental de décadas pasadas, reflejando el Londres de la época y sus contrastes sociales. Y es que Bill Brandt regaló a la historia de la fotografía una de las carreras más diversas, amplias y originales.
En 1961 se publicó una selección de estas imágenes en el libro titulado “Perspective of nudes”.
Todas las fotografías son obra de Bill Brandt