Cuando estudias la historia de la fotografía, encuentras algo recurrente en la biografía de muchos de los grandes autores del siglo XX. En algún momento de su carrera, una beca les ayudó a comenzar, desarrollar o finalizar un proyecto fotográfico. Y una beca pionera en ese sentido, y que ha posibilitado la realización de alguno de los hitos visuales del siglo pasado, son las becas que otorga la Fundación John Simon Guggenheim.
Y sirva como ejemplo que “The Americans”, de Robert Frank, y “American Prospects”, de Joel Sternfeld, se pudieron llevar a cabo gracias a las becas que recibieron ambos en 1955 y 1978, respectivamente. Dos grandes ensayos, de los que hemos hablando aquí en alguna ocasión, que dieron como fruto dos libros fotográficos de referencia a lo largo de la historia del fotolibro.
Pero Frank y Sternfeld no han sido los únicos fotógrafos de renombre que han recibido las ayudas Guggenheim en alguna ocasión. Desde la creación de las becas, allá por 1925, varias decenas de creadores han sido galardonados con estas becas. El primer fotógrafo que la recibió fue Edward Weston en 1937. Y tres años después, en 1940, fue Walker Evans quien consiguió una ayuda de esta sociedad filantrópica. Sin duda, dos nombres de oro que tuvieron su reconocimiento, y sobre todo, sustento financiero, para realizar su obra más personal.
En los siguientes años, si repasamos el listado de galardonados, y aparte de Frank y Sternfeld, hay una gran cantidad de fotógrafos ampliamente difundidos y que han aportado todos ellos mucho talento en el desarrollo de la fotografía como documento y como arte:
Dorothea Lange, en 1941.
Bruce Davidson, en 1961.
Diane Arbus, en 1963.
Garry Winogrand, en 1964.
Imogen Cunningham, en 1970.
Joel Meyerowitz, en 1970.
Mark Cohen, en 1971.
André Kerstész, en 1974.
Emmet Gowin, en 1974.
Nicholas Nixon, en 1976.
Sylvia Plachy, en 1977.
Cindy Sherman, en 1983.
Ralph Gibson, en 1985.
Sally Mann, en 1987.
Andrea Modica, en 1993.
Brian Ulrich, en 2009.
Shelby Lee Adams, en 2010.
Paul Graham, en 2010.
Douglas DuBois, en 2012.
John Gossage, en 2012.
Fazal Sheikh, en 2012.
También, por supuesto, y especialmente en las últimas décadas, cuando la fotografía tuvo más presencia dentro de las becas, hay nombres desconocidos o cuyo trabajo no ha tenido la trascendencia de los anteriormente mencionados.
En la actualidad, las Becas Guggenheim siguen impulsando ideas de todo tipo, con una media de 35.000 dólares de recompensa. Y aunque aquí nos refiramos a la fotografía, estas becas premian también otros campos de la cultura, el arte y las ciencias. Eso sí, sólo pueden participar personas que residan en Canadá y Estados Unidos. Y, desde 1984, también se destinan becas a proyectos realizados por residentes en América Latina y el Caribe. Pero hasta nuevo aviso, las becas latinoamericanas se suspendieron para los proyectos de 2012. Esperemos que puedan continuar en el futuro.
Por lo general, desde la fundación norteamericana, se han premiados a proyectos muy sólidos o autores con una trayectoria ya bastante establecida, como prueba que artistas como André Kerstész e Imogen Cunningham, recibieran el premio en la década de los 70, pasada ya su más excelsa madurez. Y, como suele suceder con este tipo de ayudas, hay que presentar un trabajo al cual se dedicará el dinero, con un plazo determinado de finalización. Aquí está la web donde consultar la información: http://es.gf.org/
Vemos ahora el trabajo de alguno de los becados a lo largo de la historia:
Mark Cohen, Beca Guggenheim, en 1971.
Ralph Gibson, Beca Guggenheim, en 1985.
Andrea Modica, Beca Guggenheim, en 1993.
Douglas DuBois, Beca Guggenheim, en 2012.